miércoles, 23 de septiembre de 2009

Amnesia


Anduve escribiéndome con un amigo que no vive lejos, no tan lejos, pero que hace muchísimo tiempo que no veo. Nadie sabe mucho de él. Anda trabajando en el campo y anda andando un poco y emparejado y no mucho más. Dice que ha decidido dejar de recordar. Que prefiere mantenerse lejos porque si se acerca demasiado después extraña en las mismas proporciones.
Él dice que prefiere no pensar. No pensar en su presente, ni en las cosas que va dejando, ni en nada. Prefiere trabajar en el campo y andar emparejado y olvidarse del resto de las cosas del mundo para no sentir que están lejos.
Extraña sabiduría la de él. Alejarse de lo que se quiere para sentirse menos distante. No es una contradicción, es una especie de defensa, corazón/coraza/murallón que esta personita maravillosa se impone para creerse menos separado...

Hoy hay sol en Buenos Aires. Ayer llovió con muchas ganas el anuncio de la primavera. No sé si estará el sol tan grande en Chajarí. No sé si el sol andará por la tierra en todas partes con el mismo estupor...yo lo miro apoyado en la ventana y me urge la necesidad de leer un rato. Tengo sólo quince minutos para leer por ejemplo a Juan Gelman hasta que se me haga la hora de salir...

"...don genaro hacía fogatas contra el llanto en cualquier
esquina/
decía que acariciar es mejor que recordar/
tiraba al fuego mis recuerdos de vos/
incluso el día ese que nos amamos tanto que pasaban
lunas y soles sin querer/

ojalá esos recuerdos le sirvan a don genaro para
espantar la humedad/
para tener los huesos tibios/
para andar por sabrosas libertades/
y maravillas y misterios de los que mejor no hablar/

yo no sé si quedarme sin recuerdos de vos es
quedarme sin vos/
la memoria se levanta a las 6 de la mañana y se pone
a trabajar/
viene del sueño y labra el sueño
donde soñé que me soñabas/ húmeda/"

Dejo el libro sobre la mesada de la cocina.Vuelvo a mi amigo otra vez y pienso, ojalá te sirvan los recuerdos para espantar la humedad, para tener los huesos tibios, para andar por sabrosas libertades...Porque si de algo estoy segura es que quedarme sin recuerdos de vos, no es quedarme sin vos.

Y nadie elige, ni contempla como una opción posible, la pérdida de la memoria.
Vivimos para la memoria. Comemos, reímos, lloramos para la memoria. Para permanecer acá en la tierra, por si lo demás no existe.

1 comentario:

  1. me gustó, ceci. y me llevé unas palabras de juan para compartirlas en otros cibermundos. abrazo.

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anduvieron conmigo