jueves, 24 de septiembre de 2009

Necesidades


LLega la primavera y Surge la necesidad del río. Surge la necesidad del mate, del amigo.
Surge la necesidad del cielo. Del pequeño silencio. Del pájaro atolondrado.
A esta altura del año surge la necesidad del viaje. De la huida. De la escapada de Buenos Aires corriendo o volando o en bicicleta...
Nos fabricamos ruedas, alfombras voladoras, cilindros a motor como los de fuerza G.
Nos inventamos proyectos. Subidas a la sierra, nadadas de arroyo, fiestas de balcón...luces de colores en las ventanas, guirnaldas de margaritas...
Es que llega la primavera y uno pareciera obligado a sentirse libre. A tirarse desnudo en la plaza entre las flores, a acostarse tardísimo sólo por quedarse mirando las estrellas, a caminar despacio para observar la gente que anda más liviana por la vida, como si anduviera suspendida...
Es así. La primavera se acerca con una especie de brisa verde que hace que todo parezca más fácil, y uno se da cuenta que siempre, siempre es mejor buscar aunque sea una excusa para que algo valga la pena. Para que algo valga nuestra pena y nuestra alegría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

anduvieron conmigo