lunes, 14 de diciembre de 2009

Wilde en Monserrat


"Lo menos frecuente en este mundo es vivir.
La mayoría de la gente existe, eso es todo."
Oscar Wilde
Si Oscar Wilde viviera, si viviera entre nosotros todavía, se habría comprado la Botica del Ángel de Bergara Leumann que seguramente hubiera sido su amigo y allí viviría, feliz, entre angelitos y estatuas de mármol en pleno barrio de Monserrat.
Estaría tan contento de estar a tan pocas cuadras del Congreso para marchar henchido de orgullo todos los noviembres en la carroza del suplemento Soy, con luces y plumas, con Noy, Ferrari y Sancinetto.
Adornaría su cuarto con ojos de pavo real. Con almohadones de leopardo. Con pelos de gato de angora en tonos rosados...
Bailaría en el programa de Tinelli y se disputaría el personaje de turno junto con Ricardo Fort y demás víctimas de la exposición mediática. Afirmaría todavía que no vale la pena hablar del mundo sino del arte, que lo que se ve ¿para qué contarlo si lo estamos viendo todo el tiempo?
Sabría de sobra que es la sociedad la que te sube y te baja el ego hasta rozarte con la muerte...
Si Oscar Wilde viviera. Lo cruzaría cada mañana con un perro salchicha atigrado y un girasol en la mano como solía llevar. Riéndose a carcajadas, cubierto de terciopelo, con manchas de Bloody Mary en el sombrero.
Si Wilde viviera, si hubiera podido volar entre los siglos y llegar a Buenos Aires, si estuviera con nosotros, al menos nadie lo encarcelaría por amar libremente, sin ninguna restricción, por amar sin límite, sin mesura, sin razón, por amar tanto tanto tanto hasta la ruina.

2 comentarios:

  1. totalmente de acuerdo. jaja

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  2. la cancion balada para un loco,es una definicion aproximada de bs as ;cerrando el acto con cambalache.
    Hasta cualquier momento..............

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anduvieron conmigo