Hay una grieta en el baño por donde aparecés
todos los días/ cada día
venís
con tu delicada ternura y me decís
qué frio hace en la ciudad
o qué silenciosa está hoy buenos aires
o por qué no vamos a ver la de capusoto.
Hay una grieta
(en el baño)
por donde aparecés.
Al gato le resulta terriblemente sospechosa
y mira a través de ella y ve
tu país con calor y con sol
y con otro gato que a miles de kilómetros mira a través
y ve
mi país
con frío y con nubes.
A la grieta, cada noche, le nace una flor
alrededor.
Un árbol verde de limón.
Un arcoiris.
Algunos pájaros la cruzan
para cansarse menos en los vuelos del exilio
y vos
vos también la cruzás
todos los días/ cada día
para descansar el corazón,
mitigar la distancia,
quererme mejor.
Ce, que lindo que vuelvas a andar en este oficio del amor y la poesía. Se te extrañaba ya compañera. Un abrazo Concordia.
ResponderEliminarPor la grieta de acá puedo mirar un gato loco, y otras cosas. Un corazón quer pasar por la grieta, pero busca espaço. El día todavia no terminó, y talvez se demore mucho tiempo para terminar, o, no terminará, mismo cuándo todo se for.
ResponderEliminarOjo con el BRASUCA!!!
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