Los que lleguen después, cuando nos vayamos de acá, ¿qué sabrán de nosotros? ¿Qué sabrán de lo que esta casa fue?
No sabrán nunca del amor que tuvimos.
De las noches de vino y de guiso y de música.
De los valsecitos de Me darás mil hijos abrazados en el living de derecha a izquierda, de izquierda a derecha...
De tu violenta locura que me hizo odiarte.
No sabrán.
Del espíritu de la vieja que me visitó un viernes.
De las conversaciones eternas. De los fríos que pasamos. Los calores.
De Eduardo Mateo. De la gigantografía de Gelman. De la postal de Ibiza con el hombre en zunga.
De las reuniones festivas las fechas patrias.
De los reencuentros. De los besos. De los abrazos.
De tu insistente e inútil tocada de portero hasta la madrugada.
De aquel que vino de colado a mi cumpleaños y tocaba la flauta horriblemente y tan contento.
De los autos copulando sobre Belgrano.
De las explosiones del calefón y las nudistas carreras.
Del vecino Matías y sus boyfriend cookies y su salida del closet en reunion de consorcio.
De tanta poesía nunca sabrán.
De perra del monte de las perras. Del labrador aquel que te despertó de una lamida.
Del mes que vivió papá antes de partir.
(Los que alquilen ahora, nunca sabrán)
De las comidas vegetarianas con el Juanchi.
De la ensalada improvisada de la casa.
De Antú y Valentino y su strike de pororó.
De tanta película, tanto libro,
tanto, tanto, tanto cariño nunca sabrán.
De la historia del salerito.
De nada. Nunca sabrán. Como yo, adonde vaya, nunca sabré.
Harán una nueva vida en esta casa. La vivirán.
Y la casa volverá a ser múltiple, abierta, inabarcable,
como mi corazón.
"El desconocido" (Pablo Neruda)
Quiero medir lo mucho que no sé
y es así como llego
sin rumbo, toco y abren, entro y miro
los retratos de ayer en las paredes,
el comedor de la mujer y el hombre,
los sillones, las camas, los saleros,
sólo entonces comprendo
que allí no me conocen.
Salgo y no sé qué calles voy pisando,
ni cuántos hombres devoró esta calle,
cuántas pobres mujeres incitantes,
trabajadores de diversa raza
de emolumentos insatisfactorios.
Los viejos muebles se acumulan contra una pared
ResponderEliminary la casa se queda desnuda
como aquel día en que llegaron por primera vez
cargando al hombro certezas y dudas.
Toda una familia, todos con sus causas
codo con codo, sin prisa y sin pausa.
De a poco suben su pasado sobre aquel camión
el futuro es un rompecabezas
guardan misterios y secretos de un tiempo mejor
memorias que son su riqueza
un gorro de murga, un velo de novia
y fotos con miles de historias.
De pronto aparece
dentro de un cajón
una vieja foto
de un antiguo amor
sonriendo los dos...
Un viento sur los despeinaba
casi sin luz...
era un murguero con una mujer
en Carnaval...
y aquel murguero había escrito en la foto...
“Si supieras que te extraño
tantas veces se hacen eternos los ensayos
los murgueros somos payasos sin horarios
son tan cortos esos momentos de encontrarnos
mi romántica bohemia sucumbió
con tu corazón”.
Llegó la hora, se va el camión
mudanza con destino a otro tablado
la murga va reviviendo la emoción
promesa eterna que hizo para regresar.
Llegó la hora de nuestro adiós
la vida está hecha de momentos
de un tiempo que para siempre ya se fue
y de otro tiempo que vuelve a comenzar
"De mudanzas" Retirada Contrafarsa 2001
"No sabrán nunca del amor que tuvimos.
ResponderEliminarDe las noches de vino y de guiso y de música.
De los valsecitos de Me darás mil hijos abrazados en el living de derecha a izquierda, de izquierda a derecha..."
Una pintura preciosa, una foto, un corto, un poema... En fin, lo que más te guste.
Un placer leerte.
CE:Como el caracol,sería bueno poder llevarnos la casa a cuestas.......la vida es un popuri de casas cambiantes y cosas que nos ocurren..........
ResponderEliminarCasi siempre los cambios son para mejor,espero que con vos tambien lo sea.
Te mando un gran abrazo,que pases muy bien este fin de semana largo.
Ce, sou seu fã. Tem o poder de me emocionar em uma quinta-feira de madrugada, 01:22h .
ResponderEliminarAd0r0 passar por aqui.
Bj