lunes, 15 de noviembre de 2010

Carpetitas blancas



Se llaman carpetitas creo. Carpetitas blancas son. Ahí se apoya la pava para el mate cuando está bien caliente y así no se quema la madera de la mesa. Porque la mesa es siempre de madera y la pava es verde. Siempre es verde. Y alrededor de la carpetita blanca yo tomo mate.
Es la siesta en Buenos Aires. Siesta de sábado. Y aunque la mañana arrancó bastante alegre, con música de Compay y tostadas con dulce de leche. La siesta se puso triste. Y no te creas que no hay sol. O que hace frío. No, nada que ver. Es una tarde ideal para caminar hasta el parque Lezama y tomar una cerveza tirados en el pasto. Pero ya ves. El clima casi nunca tiene algo que ver con el estado de ánimo. Eso lo han inventado. La pobre lluvia siempre tiene que hacerse cargo de nuestras penas. Dejémonos de echar culpas y hagámonos cargo. Hagámonos cargo de nuestro corazón. Aunque sea duro tener un corazón así. Eufórico a veces. Y tan triste tantas otras. Tan triste casi siempre.

Se llaman carpetitas creo. Las veo e imagino el patio de la casa de mi abuela. O de cualquier abuela con patio. Con limonero. Con perro. Mi abuela no tomaba mate. Pero la carpetita blanca que vi caminando por Congreso y que algo me urgió a comprar tenía sabor a abuela. Y yo quería un poco de sabor a abuela en mi casa. Sobre todo hoy que ando tan triste. Quiero un poco de abuela en mi casa. De perros. De árboles. De dulce de guayaba. De jugada a la escondida. De torta Marmolada. De cena navideña. De pollo a la provenzal. De piano sonando. Todo eso se traía encima la carpetita blanca. Todo eso con su pava encima humeante. Es tan fácil andar en el aire. La memoria te cobra tan barato el pasaje. Nada de Lan. Nada de puntos de ahorro. Nada de vértigo. Es tan fácil. Una carpetita blanca de $2 llegando a Venezuela y estuve de pronto íntegra, entera, el corazón todo, en la casa de mi abuela en Concordia, con Marta cebándome unos mates, debajo del gomero...

4 comentarios:

  1. Hola CE, espero que el domingo la pasaras mejor.
    Me pegue un carrera y fui hasta el río. Con la alegre ilusión de encontrarte.
    Para mi era un día especial,no todos los dias se cumple años.
    Lleve el mate y la tarta de manzana,comía como si fueramos dos pero estaba solo ,rodeado de mucha gente.
    Deseo que lo tuyo mejore día a día. Aveces basta con un deseo, otras no tanto.
    Nos vemos en cualquier momento,te mando un tirón de orejas y un gran abrazo

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  2. Un escrito, decimos, potassico...

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  3. Nora, piano, patio, gomero, banco, perro, Marta, carpetitas. Se pintó todo de nuevo en mi cabeza. Gracias Ceci.

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