jueves, 23 de septiembre de 2010

Primavera



Conozco tanta gente maravillosa.
Tanta gente de colores múltiples.
Ellos son la primavera

todo el año.

Ellos se ponen la brisa al hombro
y salen conmigo
y cuando llueve mucho
despliegan una capa para protegerme
y cuando hace calor
preparan clericó en el balcón
y cuando estoy triste
vienen a visitarme
y traen chocolate
y dan de comer al gato
y a mi corazón.


Conozco gente tan maravillosa
tanta gente hermosa
de alma tan inmensa

Ellos son la primavera
todo el año.

Ellos conspiran para que el mundo
ande.
Ellos ponen en el cielo cada estrella.
Distribuyen las nubes una por una.
Reparten ternura en cada esquina.
No se preguntan cómo ni cuándo ni por qué.
No analizan la poesía.
No juzgan a nadie.
No piden a cambio más que un matecito,
un abrazo, un beso,
una carta breve

de vez en cuando.

martes, 14 de septiembre de 2010

Un encuentro con el Juan

"En la cara que tiembla en
la tristeza de la poesía hay
el deseo de que sea feliz,
ella.
¿Qué otra felicidad importa?"

Juan Gelman
Pablo me cuenta
que se encontró con el Juan
en el supermercado.
Y que el viejo lindo le propuso
que se fueran rápido y felices
sin pagar.

Que hablaran de poesía le dijo
Que la poesía debe ser hecha por todos
y no por uno.
Le dijo.

Como el supermercado
de todos.
El vino
de todos y para todos.

No de uno.

Pablo me contó
que el Juan no se quejaba
ni de las humedades ni del frío
que el abrazo puede le dijo
y que el vino puede le dijo
puede contra las cosas más diversas.


(aún aquellas contra las que ni el corazón puede.
el amor, el olvido, la distancia, la canción,

la tristeza
por ejemplo)


jueves, 2 de septiembre de 2010

Lo nuevo

Para cuando nos mudemos,
Genaro,
te voy a comprar un collar nuevo.
Un sobrecito de whiskas de lujo.
Un lindo plato.
Vamos a tomar un vino, Genaro.
A cocinar rico.
A contar estrellas por el extraño balcón.
Porque nada que empiece, gatito, nada,
puede ser malo.
Nada que se tome la molestia de nacer
en este mundo,
puede hacernos daño.